Las casas de embalaje juegan un papel crucial en la cadena de suministro de productos agrícolas, preparando y empaquetando productos frescos para su distribución y venta. La certificación SQF asegura que estas operaciones cumplan con los estándares de higiene y manejo seguro de alimentos, minimizando el riesgo de contaminación y preservando la calidad de los productos agrícolas frescos.

Este sector es crucial para garantizar que los alimentos producidos para animales de granja cumplan con los estándares de seguridad y nutrición. La certificación SQF en la fabricación de piensos implica la evaluación de los procesos de producción y manejo de materias primas para prevenir la contaminación y asegurar que los productos finales sean seguros y de alta calidad para el consumo animal.

Al igual que en la alimentación humana, la seguridad y calidad de los alimentos para mascotas son de suma importancia. Los fabricantes de alimentos para mascotas bajo la certificación SQF son evaluados en términos de sus prácticas de procesamiento, empaque, y almacenamiento, para garantizar que los productos sean seguros, nutritivos, y libres de contaminantes para las mascotas.

Se refiere a la transformación de materias primas en productos alimenticios, como la elaboración de productos cárnicos, productos lácteos, bebidas, alimentos congelados y enlatados, panadería y confitería. El SQF garantiza que los procesos de producción cumplan con los estándares de seguridad y calidad.

Involucra la fabricación de alimentos preparados, snacks, y otros productos alimenticios. La certificación SQF en este sector se centra en asegurar que las prácticas de manufactura sean seguras y cumplan con los requisitos de calidad.

Incluye el almacenamiento y la distribución de productos alimenticios a los minoristas o directamente a los consumidores. SQF asegura que durante todo el proceso de distribución se mantengan las condiciones óptimas para preservar la calidad y seguridad de los alimentos.

Abarca las empresas que se dedican al empaque de alimentos, asegurando que los materiales y procesos de empaque no comprometan la seguridad alimentaria.

Incluye restaurantes, servicios de catering, y otras empresas que preparan alimentos para consumo inmediato. SQF verifica que estas operaciones sigan prácticas seguras de manipulación y preparación de alimentos.

Supermercados y tiendas de alimentos que venden directamente al consumidor. La certificación puede ayudar a asegurar que los productos alimenticios se manejen, almacenen y presenten de manera segura.